Bautismo en paramotor ultraligero cerca de Colmar

¿Conoces el paramotor ULM ? En pocas palabras, es una especie de parapente equipado con un motor. El motor no se utiliza para avanzar como en un avión, simplemente se utiliza para subir de altura. Es el propio planeador el que te permite volar.

Probé un bautismo en un paramotor biplaza con un instructor graduado que dirige la escuela Alsace Paramoteur desde 1997. Como nunca había estado montado en una máquina así y a veces soy propenso a tener vértigo, fui con una mezcla de excitación y aprensión. Una vez que llegué al campo de la Maison Rouge de Ostheim, cerca de Colmar, mi aprensión disminuyó rápidamente. El instructor fue muy profesional y amable. Me explicó cómo preparar el paramotor, montando la vela al paramotor. Por un lado, el carro donde nos instalaremos, con el motor. Por otro lado, la impresionante vela. Debe estar correctamente desplegada y sus líneas (cables) bien desenredadas para que pueda inflarse adecuadamente.

Luego me puse un traje que me hizo parecer un piloto de verdad (y por cierto permite mantenerte caliente, ya que puede hacer un poco de frío ahí arriba), gafas para protegerme del viento y un casco que me permitirá hablar con el instructor durante el vuelo. ¡Y ya está, listo para volar!

Me sorprende la corta distancia necesaria para despegar (crees que te vas a chocar contra los árboles que tienes debajo, pero en realidad no es así) así como la suavidad del despegue. Aún me sorprendió más ver que no tengo absolutamente nada vértigo . A priori esto se explicaría por el hecho de que los pies no están en contacto con el suelo. De todos modos es muy agradable y puedo simplemente disfrutar de este mágico momento.

Aunque el cielo esté un poco velado, el espectáculo es grandioso . La vista de Alsacia desde el paramotor es magnífica. Estuvimos sobre la llanura de Alsacia , con el Camino del Vino y los Vosgos a un lado, la Selva Negra Alemana al otro. ¡En un día claro, incluso pudimos ver los Alpes y la torre de la catedral de Estrasburgo! Volamos sobre los campos, el bosque y el Ill (el río) y el instructor me estuvo contando por radio lo que íbamos viendo: Colmar, Ribeauvillé, el castillo de Haut-Koenigsbourg, Illhausern… ¡Tienes una visión completamente diferente de las cosas desde ahí arriba! Hay que decir que subimos gradualmente hasta los 500 metros de altura.